sábado, 16 de junio de 2007

4 – 0 Por partida doble

¿Alguien puede decir que es una sorpresa que los San Antonio Spurs hayan ganado el anillo?

Cualquiera que haya visto la NBA en los últimos años habrá observado que hay un equipo que siempre realiza buenas temporadas regulares y que siempre llega a los playoffs entre el grupo de favoritos, y en cuatro de esos años también ganan.

Si, está claro que el tipo de juego de San Antonio no enamora, y que no es de los equipos que crean afición y que la gente no suele quedarse hasta las tres de la mañana para ver a los Spurs, pero no creo que sus aficionados tengan ninguna queja al respecto.

San Antonio es el producto de un buen trabajo, buenas decisiones y esa pizca de suerte necesaria para cualquier tipo de empresa del calibre que significa construir un equipo campeón.

La pizca de suerte llegó en el verano de 1997 cuando ayudados por su mala posición en la temporada anterior recibieron el número 1 en la lotería del Draft. El regalo era un chico alto delgado y tremendamente tímido de Las Islas Vírgenes que había realizado una muy buena temporada en la Universidad de Wake Forest, su nombre: Tim Duncan. En un año en el que había jugadores mucho más explosivos como Tracy McGrady o Chauncey Billups, se quedaron con un jugador que podía formar una gran pareja interior con su gran estrella del momento, El Almirante David Robinson. Duncan no tardó en demostrar que no se habían equivocado con él. Rookie del año y en su segundo año San Antonio consigue su primer título de campeones de la NBA en la historia de la franquicia. Por supuesto el MVP de la final fue Tim Duncan. Fue una temporada extraña, con muy pocos partidos en la temporada regular por la huelga de los jugadores y con una bajada tremenda en las audiencias provocada sobre todo por el efecto de la retirada de Michael Jordan el año anterior. Phil Jackson llamó a ese anillo “El del asterisco” y a San Antonio no se le reconoció como a un campeón igual que a los demás.

Precisamente Phil Jackson capitaneó a Los Angeles Lakers que de la mano de Shaquille O’Neal y de Kobe Bryant ganaron tres títulos consecutivos de 2000 a 2002. Casi nadie se acordaba ya de San Antonio y eso que en 2001 llegaron a la final de la conferencia oeste cayendo 4 – 0 contra los Lakers.

Llega el año 2003 y comienza con un partido en el Staples Center de Los Angeles que enfrenta a los tricampeones Lakers frente a los Spurs. En San Antonio hay bastantes cambios respecto al equipo campeón de 1999. Llama la atención la cantidad de jugadores no americanos que tienen. Duncan de las Islas Vírgenes, Nesterovic Esloveno, Un joven base francés de la promoción de Gasol (Tony Parker) y un novato argentino que llegaba a la NBA después de haberlo ganado todo con la Virtus de Bolonia en Europa, Manu Ginobili. En aquel partido no estaba O’Neal por lesión y ganaron los Spurs. Podía parecer casualidad pero se volvieron a encontrar en los playoffs con factor cancha a favor de San Antonio y estos eliminaron a los vigentes campeones por 4 – 2. Llegaron a la final y ganaron por el mismo resultado a los Nets de New Jersey. Duncan volvió a ser el MVP de la final. Segundo título. En una liga completa. Sin asterisco.

Después de este año, David Robinson se retiró y se separaron las torres gemelas. Duncan parecía capaz de mantener en un buen nivel a los Spurs pero, ¿podrían volver a optar al anillo?

Si por algo se ha caracterizado San Antonio es por saber elegir a los compañeros de Duncan en su búsqueda de más y más títulos. El banquillo de los Spurs siempre ha estado bien surtido de jugadores con experiencia que no daban problemas y si soluciones. Steve Kerr, Nick Van Exel, Robert Horry, Brent Barry, etc han ocupado el banquillo de San Antonio sabiendo que es el camino más cercano al título.

Greg Popovic es uno de los entrenadores más criticados a lo largo de su carrera porque el juego de San Antonio no gusta. Él se preguntará, ¿Y a quien le importa? Desde luego a él no.

Popovic utiliza a jugadores que no tendrían cabida en casi ningún equipo de la NBA ni en muchos de Europa. Los convierte en especialistas. El gran ejemplo el Bruce Bowen. Bowen en un defensor empalagoso, sucio, molesto y por lo tanto perfecto. Lo cierto es que nadie quiere ver en frente a este hombre en defensa y por algo será.

Alguien que hace algo similar en sus equipos es Larry Brown. Fue entrenador de Detroit durante las tempoadas 2004 y 2005. En su primer año hizo campeones a los Pistons en una final tremenda antes los Lakers de los 4 magníficos. En 2005 llegó a la final y se encontró a los Spurs. La final de 2005 no se caracterizó por el buen juego ni por la espectacularidad de sus jugadores, pero en intensidad e igualdad fue la mejor final de los últimos años. Finalmente los Spurs se impusieron por 4-3 y Duncan fue por tercera vez MVP de las finales ante su compañero de promoción Chauncey Billups que lo había sido el año anterior.

Los Spurs han ido creciendo y mejorando. En 2006 cayeron en semifinales de conferencia ante Dallas y en 2007 llegaron a los playoffs como un equipo con posibilidades pero no favorito. Al menos no tanto como Dallas, Phoenix o Detroit. Después de pasar la primera ronda sin mayores problemas (4-1 a Denver) se encontraron con Phoenix en semifinales de conferencia. Los Suns eran los favoritos de prensa y público por su juego rápido y atacante manejado por el base canadiense Steve Nash. Se esperaba un choque de estilos, pero San Antonio sorprendió a todos. En el primer partido en Phoenix, Tony Parker realizó un espectacular partido superando a Steve Nash en todos los aspectos y poniendo el factor cancha a favor de ellos. En el cuarto partido Phoenix empató a 2 y recuperó el factor cancha pero una pelea provocada por Robert Horry hizo que cayera una sanción de un partido a dos de los jugadores más importantes de los Suns: Amare Stoudemire y Boris Diaw. San Antonio ganó el quinto partido en Phoenix gracias a un triple de Bowen y cerró la serie en el sexto.

Podrán decir que se aprovecharon de la pelea del cuarto partido para pasar ronda, pero ellos dirán que esas cosas también se aprenden y a los Suns no le habrá venido mal la lección.

En la final de conferencia volvieron a pasar por encima de sus rivales (4-1 a Utah) y en la final se encontraron con los sorprendentes Cavaliers de Cleveland de Lebron James, Motivo de la primera entrada de este blog.

Si a los Suns les faltaba alguna lección que aprender, a los Cavs alguna más. San Antonio no tuvo piedad y arrasó a cleveland por 4-0 con Tony Parker de MVP y con la ayuda inestimable de Duncan y de Ginobili.
La cuarta final a la que llegan y el cuarto anillo. Otro 4-0 que apuntar a su favor. 1999, 2003, 2005 y 2007, todos años impares. En 2009 habrá que estar muy pendientes de ellos, aunque el año que viene yo no les quitaría el ojo de encima por si acaso.

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